El autocuidado la llave para evitar la deserción docente.
Ana María Morales (AM), docente de Lengua y Literatura, y Rodrigo Ogaz (RO), profesor del área técnico profesional en la especialidad Mecánica Industrial y Agropecuaria. Ambos del Liceo Bicentenario Padre Alberto Hurtado Cruchaga, de la Fundación Educacional Collahuasi, nos cuentan cómo han manejado el estrés y la carga laboral, luego del retorno a clases presenciales.
Por: Marcela Paz Muñoz I.
El autocuidado la llave para evitar la deserción docente
¿Cómo han manejado la carga laboral y el estrés en estos tiempos de pandemia?
-(AM): El manejo de la carga laboral ha sido difícil de llevar, como para todos los docentes que ejercieron en período de pandemia. Hemos puesto todo de nuestra parte para entender y enseñar a los alumnos, dando lo mejor de nosotros, indagando en nuevas herramientas tecnológicas para lograr aprendizajes y siempre tratando de preocuparnos por los demás.
El estrés ha sido algo complicado, es decir, siempre este trabajo conlleva una cuota importante del mismo, pero al no existir una línea de separación debido al trabajo remoto, se incrementó un poco. Sin embargo, hemos recibido apoyo emocional a través de charlas virtuales y contención socioemocional presencial que han aliviado bastante las situaciones.
“Creo que lo que lleva a un docente a mantenerse en el camino de la enseñanza es cuando le apasiona lo que hace, cuando disfruta de enseñar y formar para el futuro”.
-(RO): Considero que el manejo de la carga laboral en estos tiempos de pandemia lo he logrado a base del convencimiento de nuestro propio autocuidado, donde la fuerza de la colaboración y sostén entre compañeros de trabajo se han transformado en una protección y contención del desgaste acumulado en estos difíciles tiempos. Ha sido importante la flexibilidad que nos han brindado la jefaturas, con el fin de mejorar las condiciones que nos permiten un bienestar personal y grupal de nuestra comunidad educativa. Con esto me refiero a que desde estas fuentes de gestión nos entregan condiciones adecuadas, como lo es la contención emocional liderada por profesionales del área psicosocial, donde nos brindan acompañamiento y charlas de autoconocimiento, sumando a esto jornadas de esparcimientos como el deporte y cambio de actividades, con el fin de mejorar nuestro bienestar.
-¿Han percibido un aumento en la deserción docente?
-(AM): Es un gran tema el planteado y, por cierto, lamentable, pero en nuestro liceo no hemos vivido esta situación. Existe un gran apoyo y comprensión respecto a las problemáticas que acontecen y a pesar de que el contexto educacional es complejo, contamos con diversas herramientas que nos han permitido abordar los problemas de manera exitosa.
-(RO): En lo personal, afortunadamente no he podido evidenciar esta situación en nuestro establecimiento educacional, debido a que, en términos generales, nuestros colegas se han mantenido trabajando convencidos de entregar lo mejor de sí para formar a estudiantes íntegros.
-¿Qué creen que es lo que lleva a un docente a desertar y a mantenerse?
-(AM): Creo que lo que lleva a un docente a mantenerse en el camino de la enseñanza es cuando le apasiona lo que hace, cuando disfruta de enseñar y formar para el futuro.
De la misma manera, lo que puede llevar a un colega a desertar son muchas variables, en algunas ocasiones tiene más que ver con su elección original, en la que puede haber errado y solo al ejercer puede darse cuenta si esto le apasiona o no, si alcanza su proyección a largo plazo. De no ser así, terminan tomando otros rumbos por un proyecto de vida diferente.
(Para evitar la deserción) “Una de las estrategias realizadas es el refuerzo positivo y retroalimentación. Además, es clave identificar los factores que pueden estar afectando de forma negativa”.
-(RO): Creo que la deserción docente mayoritariamente se debe analizar en cada caso particular, ya que cada uno tiene sus propios problemas y motivaciones. Ahora, sin lugar a duda, el tema actual de la pandemia produjo inconvenientes en el ambiente laboral, esto posiblemente contribuyendo al malestar, lo cual pudo haber provocado un aumento en la deserción docente.
Por otra parte, también creo que una de las principales razones que hace que un docente se mantenga en sus labores es el convencimiento propio respecto a la pasión que nos inspira y produce la formación de jóvenes con conocimientos, habilidades y actitudes para afrontar de la mejor forma el mundo actual.